Flor D´Agostino: Luchadora comprometida con la liberación de toxinas.

Florencia Adelina D´Agostino es un personaje muy especial para "Sí, Amo", la envuelve un aura brillante y mágico que ahuyenta las malas vibras; ambiente en el que está Flor, ambiente purificado. Si es el camarín o si es el escenario no importa, en presencia de Flor, la atmósfera mantiene un perfume liviano y agradable. Quiero decir, en un grupo de trabajo compuesto por 13 hombres y una mujer, ella logra lo imposible: en presencia de Flor nadie despide flatos.
Una vez un productor (preservemos su identidad) quien entiende que el pedo es símbolo de confianza, hizo tronar un camarín al desgraciarse estando todo el elenco en su interior: las miradas acusadoras lo secaron de vientre. Todos tienen buena onda con el pedo, pero Flor no tiene por que saberlo.
Entrada su adolescencia, se hizo naturista e inició una huelga de hambre contra la comida chatarra. Ahora solo come tartitas de acelga de "La Continental" y toma agua mineral a temperatura ambiente. El consumo de agua y la liberación de toxinas se hicieron una constante en la vida de D´Agostino. Por función bebe dos litros de agua y pilla 8 veces, de lo contrario dice sentir que tiene el demonio en su cuerpo.
Femenina hasta limpiando los pelos atascados en la rejilla de la bañera, Flor quedó inquieta cuando se sentó en la segunda butaca del Bauen, y se percató que desde esa posición podían ver si estaba o no depilada.
Bailarina sagaz, los polvorinianos de “Si, Amo” sueñan con llevarla al Tornado de José C. Paz para que menee al ritmo de “La Cocotera”, tomarla de la cintura en una pista que fermenta cumbia y reggaetón.
Hoy día Flor disfruta de todo aquello que le tocó en suerte: sentirse mujer, trabajar con hombres y tener un pene minúsculo.

Trauma: Toma el café en vaso.
Motivo aparente: Le encantaban las tasitas del Italpark.

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